jueves, 16 de mayo de 2013

SORPRENDENTE


Un satélite de la NASA ha confirmado que la atmósfera del Sol que emite realmente sonidos ultrasónicos y que interpreta una partitura formada por ondas que son aproximadamente 300 veces más graves que los tonos que pueda captar el oído humano.
Esto vendría a demostrar lo que el astrónomo Kepler afirmó en el s. XVII: un astro emite un sonido que es más agudo tanto en cuanto su movimiento es más rápido, por lo que existen intervalos musicales bien definidos que están asociados a los diferentes planetas.
Kepler expuso en su obra "Harmonices Mundi" su teoría de que cada planeta produce un tono musical durante su movimiento de revolución  alrededor del Sol y que la frecuencia del tono varía con la velocidad angular de los planetas medidas con respecto al Sol.
Según este astrónomo, algunos planetas producen notas musicales constantes, por ejemplo la Tierra. El conjunto de los planetas constituye un coro en que los bajos corresponden a Saturno y Júpiter, el tenor a Marte, el contralto a la Tierra y Venus, y el soprano a Mercurio.
 
 
 
 

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